El Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI) es el equivalente a ASNEF, pero en sociedades mercantiles. ¿Quieres saber cómo salir de RAI rápido para no comprometer el futuro de tu firma? Aquí te lo explicamos con detalle.
Cómo salir de RAI sin esperar una eternidad
Lo primero que hay que recordar es que, para estar en RAI, se tienen que cumplir una serie de condiciones. De lo contrario, la inscripción en el registro no se ajustará a derecho:
- La deuda ha de estar reconocida explícitamente por el deudor. Esto significa que has tenido que firmar una letra o algún documento que te comprometiera a pagar una cantidad. En este sentido, es más difícil de justificar que con ASNEF.
- El importe de la deuda ha de ser superior a 300 euros y, además, la antigüedad de la misma ha de ser superior a 90 días. Esto implica que el moroso tiene un margen para poder satisfacer la deuda.
- La deuda ha de ser notificada y se da un plazo de 30 días para que se satisfaga. Si se paga en plazo, no procede el registro.
- Los acreedores deben ser entidades financieras o cooperativas de crédito.
Esto hace que, a diferencia de ASNEF, en RAI sea (relativamente) difícil estar incluido sin motivo aparente, aunque siempre es posible que haya errores o interpretaciones. Dicho esto, las opciones que hay para salir del registro son las siguientes:
Pagar la deuda
El pago de la deuda es el método más rápido para salir de RAI, aunque también el más costoso. Para ello, necesitarás contar con un justificante de pago firmado por el acreedor y dirigirte al registro para solicitar que te den de baja. Si todo está bien, en menos de 30 días desaparecerás de esa lista negra.
Cuando se da esta situación, conviene que te preguntes dos cuestiones. La primera, si la deuda efectivamente es real y te corresponde a ti pagarla y no a otro. En segundo lugar, si estás en condiciones de pagarla; si la cantidad es pequeña, te recomendamos que la abones porque el coste de oportunidad de no hacerlo es muy elevado.
Cuando se da esta situación, un préstamo rápido o un préstamo sin papeleo puede ser una buena opción. Eso sí, recuerda que para ello has de contar, bien con un avalista, bien con una garantía de ingresos a medio plazo.
Piensa que el principal problema de estar en RAI se deriva de lo que suceda en el futuro con tu calificación crediticia. Por lo tanto, no estará de más que le des el debido carpetazo.
Revisar si la inscripción se ha ajustado a derecho
Este es un punto fundamental porque, si la inscripción no cumple alguno de los requisitos indicados anteriormente, es nula. Por ejemplo, si tu acreedor no te ha notificado por escrito la inclusión en el RAI, se puede considerar nula.
Este es un proceso más largo porque requerirá, probablemente, de una reclamación ante otras instancias. Si se ponen remolones, el consejo que te damos es que te dirijas directamente a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Este organismo puede actuar de oficio e, incluso, dictar medidas sancionadoras contra la entidad.
Como hemos dicho antes, es poco probable que se den estas situaciones, sobre todo porque la actual normativa de Protección de Datos da menos margen. De todas formas, siempre es una alternativa.
Reclamar la eliminación de los datos por prescripción
La deuda, a efectos de inscripción en el RAI, está limitada a un plazo de 5 años. Lo que sucede es que, durante este tiempo, el acreedor puede solicitar que te den de alta otra vez.
La prescripción, normalmente, se da por dos motivos. El primero, desidia del acreedor, que no ha vuelto a anotar la deuda, quizás porque ya la da por perdida. La segunda posibilidad es que el acreedor haya quebrado y, ante esa situación, no se busque cobrar la deuda. Lo que sucede es que últimamente eso es poco común porque existen los denominados «fondos buitre».
Este es un supuesto poco habitual. En cualquier caso, y si ves que ya ha pasado este periodo, darte de baja sería obligatorio. No estará de más que lo tengas en cuenta para aprovechar esa coyuntura.
Conclusión
El registro RAI te puede traer muchos problemas a la hora de buscar financiación para tu sociedad mercantil, por eso no te conviene estar. Ahora que ya sabes cómo salir de RAI, te animamos a evitar ser víctima de prácticas abusivas. Entra en nuestro portal para obtener consejos útiles sobre gestión financiera, estaremos encantados de ayudarte.
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