El contrato de préstamo familiar es una opción interesante si lo que quieres es evitar problemas futuros con Hacienda. Aquí te indicamos cuáles son las principales razones para hacerlo y los pasos a dar.
Motivos para hacer un contrato de préstamo familiar
Es importante diferenciar lo que es un préstamo puntual para llegar a fin de mes que un préstamo para adquirir una vivienda o un vehículo. La Agencia Tributaria no suele preocuparse si son situaciones puntuales y de poca cantidad.
Ahora bien, si es necesario un préstamo para comprar una vivienda y completar la hipoteca, esta cifra superará los 10.000 euros. Lo mismo sucede con cualquier otra operación de entidad. En este caso, sí convendría realizar un contrato de préstamo entre particulares.
El contrato tiene que hacer constar tres cuestiones fundamentales. En primer lugar, la identificación del prestamista y los prestatarios. La segunda cuestión es la cantidad a prestar. En tercer lugar, los intereses (lo habitual es que sean al 0 %). Finalmente, debería incluirse un plazo de devolución.
Los documentos tienen que tener todo el detalle y pueden hacerse o no ante notario. Lo que sí es importante es que cuenten con la rúbrica de ambas partes antes de declararlo.
Los principales motivos para hacer el documento son los siguientes. Toma nota, que esto te interesa:
1. Evitarás acciones discreccionales de la Agencia Tributaria
La Agencia Tributaria, en caso de que tenga sospechas, puede bloquear una cuenta para evitar el blanqueo de capital. Los contratos de préstamo proporcionan una seguridad, lo que siempre es de agradecer. Eso sí, convendrá declarar ese préstamo mediante el Modelo 600 y presentarlo ante la correspondiente agencia tributaria territorial. Junto con ello, hay que proporcionar otros datos.
Hacienda es consciente de que la práctica de préstamos de padres a hijos es habitual. Lo que se impone, en estos casos, es registrar esta operación para evitar suspicacias del fisco. A largo plazo, será más fácil trabajar cotidianamente y no sufrir situaciones complicadas.
2. Podrás reclamar si en el futuro hay algún tipo de impago
El contrato es una formalidad, pero tú quizás quieras cobrar ese dinero. Bien, en caso de que se haya firmado, tendrás derecho a reclamar ante los tribunales si tu familiar no hace frente a sus obligaciones. Y lo recomendable es que este documento se haya firmado ante notario en Escritura pública. Este es un buen motivo para firmar el documento y ahorrarte disgustos futuros.
La firma de un contrato siempre implica la voluntad de cumplimento por ambas partes. En caso de que no haya un contrato, tendrías, no solo, que justificar los ingresos y la no devolución sino, también, aportar pruebas de que era un préstamo.
3. El contrato eximirá a las partes de pagar impuestos
La principal diferencia entre una donación y un préstamo está en la tributación. En el primer caso, hay que acogerse a lo que dicta el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. El segundo caso se regirá por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, pero este tipo de operaciones, hasta los 60.000 euros, están exentas.
Por lo tanto, si quieres tranquilidad para ti y para tus familiares, es mejor hacer contrato y registrarlo. De lo contrario, Hacienda puede considerar que se está ante una donación y exigir la liquidación del tributo. Lo bueno es que la bonificación del Modelo 600 libera de esta obligación a los interesados si se declara ante la Hacienda.
¿Cuándo decidir si firmar un contrato de préstamo o no?
Lo primero que has de aplicar, ante estas situaciones, es el sentido común. Evidentemente, no tienes que firmar un contrato por un préstamo puntual de 1.000 euros a un familiar.
Lo que sucede, sin embargo, es que muchas veces estas cantidades van aumentando. Cuando se llega a una cifra superior a 3.000 o 4.000 euros, convendrá curarse en salud para evitar problemas. Es relevante señalar que estas cuestiones son las que marcan la diferencia a largo plazo.
Finalmente, hay que remarcar que un documento da garantías en el futuro. Este es un elemento central si lo que quieres es cubrirte las espaldas judicialmente.
Conclusión
Los préstamos familiares implican una relación de consanguineidad, normalmente de padres a hijos. Lo que sucede es que, ante situaciones de abuso, Hacienda quiere poner coto. Esto hace que, como medida de prevención, sea importante registrar grandes cantidades con un contrato.
El contrato de préstamo familiar es una fórmula barata, rápida y que da tranquilidad a ambas partes. ¿Te ha interesado este artículo? Si es así, en Lendyu compartimos consejos sobre prácticas financieras cotidianas para que te resulte más sencillo.
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